San José debutó en la Conmebol Sudamericana 2018 y mostró un interesante desempeño ante El Nacional de Quito. Pese a caer por 3-2, los goles marcados y el juego desplegado; deja la chance de clasificar en la revancha.
Para San José anotaron Carlos Saucedo y Rodrigo Ramallo, mientras que para El Nacional marcaron Segovia, Balda y Angulo.
La revancha se juega el martes 6 de marzo en la ciudad de Oruro. A San José le sirve ganar por 1-0 para conseguir la clasificación.
Más allá del resultado (3-0) en favor de la Universidad Católica de Quito, lo que pasó con Petrolero del Chaco fue una verdadera vergüenza.
Un viaje que se realizó con una reducida comitiva de jugadores. Solo 13 jugadores llegaron hasta la sede del partido en Quito, puesto que 4 tuvieron que quedarse en Santa Cruz de la Sierra por que sus nombres no figuraban en la lista para abordar el avión. No tenían los boletos.
Viajaron sin entrenador. El señor Óscar Garvizú no pudo viajar con los jugadores porque la dirigencia perdió sus documentos. Ya en Santa Cruz, además de los 4 jugadores, también se quedó el entrenador de arqueros, Fernando Vargas, quien tenía que reemplazar a Garvizú en Ecuador. Él tampoco tenía pasajes para viajar.
Así viajó Petrolero, con 13 jugadores y casi 10 dirigentes que nunca "se dieron cuenta", que era más importante la presencia de jugadores y el entrenador, que la suya. Un cierre vergonzoso de la participación chaqueña en al Conmebol Sudamericana.
El resultado es lo de menos, qué se podía exigir a un plantel que se encontró con tantas piedras en el camino a Quito. Lo vergonzoso es que esas trabas llegaron de su propio entorno.
Petrolero es último en la liga boliviana y se despidió con más pena que gloria, de la Copa Sudamericana.
Con inteligencia, así jugó la selección colombiana este martes en el estadio Atahualpa de Quito, ante Ecuador. El orden fue fundamental para que los de Pékerman lograran un importantísimo triunfo 2-0, el que les permite soñar con el Mundial de Rusia 2018. Con los tres puntos, Colombia llegó a 24 y tiene todo en sus manos para asegurar en las cuatro fechas que quedan en disputa el tiquete a la cita mundialista. Cada vez más cerca de poder brindar con vodka, el trago por excelencia en el país euroasiático.
Sumar de a tres en condición de visitante siempre va a ser un extra en la eliminatoria suramericana, de hecho, aquellos equipos que logran ser fuertes en condición de local y logran triunfos fuera de casa, son los que terminan quedando en las posiciones de clasificación. Y en esta fecha doble Colombia fue efectivo. Por más de que se jugara bien, regular o mal, los seis puntos que disputó los ganó y es por eso que el panorama hacia Rusia 2018 ahora se ve más despejado que antes de esta fecha doble.
Además, no se le ganó a cualquier rival. Ecuador es de esas selecciones que pelea mano a mano con la tricolor por el cupo al Mundial, y gracias a este triunfo los dirigidos por Gustavo Quinteros han quedado cuatro puntos detrás de Colombia en la tabla de posiciones. De hecho, de los tres partidos que faltaban en condición de visitante, en el camino a Rusia 2018, el de este martes era el más complicado, pues Ecuador estaba en disputa por las posiciones de privilegio. Venezuela y Perú, rivales de la tricolor en las próximas fechas fuera de Barranquilla, ya no tienen posibilidades de ir al Mundial y ese es un factor a tener en cuenta.
José Pékerman había anunciado desde el lunes, en la rueda de prensa, que si salía a defenderse cometería un error y justamente por eso planificó un partido para jugarles de igual a igual a los ecuatorianos. En defensa decidió poner a dos laterales que le garantizaran la marca y por eso le dio la confianza a Santiago Arias y Farid Díaz. En la zona de marca decidió meter a Abel Aguilar, quien acompañó a Carlos Sánchez. Y esa dupla, la misma que se consolidó en la eliminatoria a Brasil 2014 y brilló en el Mundial, cumplió una vez más. Edwin Cardona fue otro de los cambios de Pékerman y también le salió esa modificación al DT, pues el paisa no sólo cumplió en su función de marca, bloqueando constantemente a Antonio Valencia, sino que con su magia fue quien habilitó a James Rodríguez, para que pudiera meter el centro preciso a Juan Guillermo Cuadrado, en el segundo gol.
En ataque, Miguel Borja fue otra de las novedades y también le devolvió el favor al entrenador argentino. Luchó, corrió, bajó al campo propio para ayudar a defender cuando tuvo que hacerlo y en la zona ofensiva fue una pieza fundamental en la generación de fútbol. En el primer gol, metió un centro excelso a James Rodríguez, quien fue el que de rebote y con la espalda terminó enviando el balón al fondo de la red.
Y justamente ese gol al minuto 20 fue el que le dio tranquilidad a la selección nacional. También fue el que derrumbó a Ecuador, porque desde ahí el juego se disputó al ritmo que ponía Colombia. El tradicional estilo de toque y tenencia de la pelota fue el que apareció. Por la altura, se corrió poco y se jugó con inteligencia. De hecho, en la segunda parte a David Ospina no le llegaron y el partido defensivamente fue tranquilo. Claro que es de destacar la dupla de centrales: Yerry Mina y Cristian Zapata. Impasables por arriba y por abajo.
Mención especial para James Rodríguez, que apareció poco pero siempre que lo hizo fue determinante. Gol y pase gol, llegó a cinco tantos en esta eliminatoria, consolidándose como el máximo artillero del equipo y, además, completó 19 con la camiseta tricolor, quedando a seis tantos de Radamel Falcao García, goleador histórico de la selección de Colombia. Es y ha sido el futbolista más importante para el equipo nacional en esta eliminatoria y siempre que esté disponible, tiene que ser titular, así haga fuera de la cancha lo que quiera. Qué mejor ejemplo puede dar que entregarse por la camiseta de la selección cada vez que la viste.
El panorama es alentador, Colombia cierra esta fecha doble en posiciones de clasificación directa a Rusia 2018 y el calendario que tiene es cómodo, pues los cuatro rivales que faltan ya tienen definido su futuro. Venezuela, Paraguay y Perú ya están eliminados y Brasil, ya clasificado. Claro que los partidos hay que jugarlos y no se puede ceder justo en este momento. Quizás esa puede ser la gran enseñanza que dejó el triunfo sufrido ante Bolivia. Nadie va a regalar nada.
El próximo 31 de agosto, Colombia visitará a Venezuela; luego, el 5 de septiembre, recibirá en el estadio Metropolitano de Barranquilla a Brasil, y, finalmente, en la última fecha doble, se recibirá en Barranquilla, el 5 de octubre, a Paraguay, y visitará el 10 de dicho mes a Perú, en Lima.
Jugando así, todos los caminos conducen a Rusia y el sueño de clasificar al sexto Mundial en la historia es muy posible.
