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La Vinotinto fue eficiente, con un juego rápido y vertical. Bolivia se mostró nerviosa, sin argumentos ofensivos y con planteamiento desastroso por parte del argentino-español, Ángel Guillermo Hoyos.
En menos de 10 minutos se evidenciaron las diferencias. A los tres minutos aparecía Jacobo Koufaty, éste definió de cabeza ante la pasividad de la defensa boliviana. En la jugada Marvin Bejarano se desentendió de la marca en su banda y tras una salida errada de Lampe partió un centro que fue despejado por Raldes directamente hacia Koufaty. El ariete llanero definió ante la pasividad de Edemir Rodriguez. El segundo llegó de un tiro de esquina. En esta ocasión los centrales, Raldes y Zenteno, olvidaron el ABC de la marca y dejaron solo a Marvin Bejarano en el área chica, que perdió ante la arremetida de Josef Martínez, quien definió de cabeza y sancionó el 2-0.
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En el complemento, pese a los ingresos de Castro, Zoch y, casi al final, de Campos, la historia no fue distinta, Venezuela continuaba siendo superior y Bolivia no tenía idea de lo que hacía en el campo de juego.
El tercer gol de los llaneros llegó nuevamente, de un tiro de esquina. El remate fue desviado por Vizcarrondo, Lampe logró salvar el gol, pero en el rebote no apareció defensor alguno y Martínez convirtió el 3-0. Josef Martínez estaba inspirado y tenía pólvora para un gol más. Éste se hizo realidad tras una gran habilitación de Otero y la salida a destiempo de Raldes que habilito al verdugo venezolano. En esta ocasión Josef definió de espaldas al arco con un sutil cabezazo, que agarró a contra pie al golero Lampe.
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El quinto llegó tras una linda jugada por la banda que nuevamente descuidó Marvin Bejarano. En su veloz carrera Murillo dejó por los suelos a Raldes y luego envió un suave toque que definió Rómulo Otero con el arco a disposición.
Gracias a Dios el partido terminó y así el suplicio para una muy deteriorada selección boliviana.
¿Un planteamiento agresivo?
Al parecer era esa la idea de Ángel Guillermo Hoyos que propuso un sistema 4-3-3, con una defensa conformada por Rodríguez, Raldes, Zenteno y Bejarano; el medio sector con Wayar, Veizaga y Azogue; y en el ataque alineó a Ramallo, Martins y Duk.
Sin embargo lo que no tomó en cuenta Ángel Hoyos, es que los delanteros no tenía un socio en el medio sector, pues Wayar, Veizaga y Azogue tienen una vocación más defensiva que creativa en sus respectivos clubes y no fue diferente ante la vino tinto.
El resultado fue un equipo partido del medio sector con la delantera. Tanto así que los atacantes se vieron obligados a bajar hasta zona 2, lo que implicó un mayor esfuerzo y desgaste físico. Tres delanteros que no se acercaban al pórtico rival, porque cumplían una otra función en el partido.
Habrá revancha. El próximo martes Bolivia recibe a Paraguay, que viene de perder por goleada en casa ante Perú e intentará romper un maleficio de 43 años sin ganar en la ciudad de La Paz.
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