Si bien Petrolero propuso un poco más de fútbol que su rival, lamentablemente no supo capitalizar la pocas situaciones claras que dispuso a lo largo del compromiso, sobre todo en la recta final cuando el visitante parecía fundido por el agobiante calor.
Blooming vino a proponer un planteamiento más cauto, esperando siempre a su rival y poniendo mucha marca en el medio sector, a momentos abusando de la pierna fuerte. La idea del técnico Soria era la de cortar y neutralizar los ataques por las bandas, la marca a presión y buscar a través del contragolpe el gol que les permitiera llevarse las tres unidades. También dispusieron de contadas ocasiones frente a la portería de Brun, pero no supieron definirlas.
Por el lado de Petrolero, el trabajo de Escalante y Puña no fue suficiente para vulnerar la muralla defensiva celeste, Segovia no gravitó como en otros partidos y tuvo que ser reemplazado en el primer tiempo por lesión. En el ataque Quiñonez y Tórrez se las ingeniaban para llegar con peligro a la portería de Suarez, pero estuvieron con la pólvora mojada en esta ocasión.
Al final un resultado que deja con sabor a poco a la afición local, además de puntos importantes que resigna en el camino Petrolero, que en la próxima fecha deberá visitar al puntero Bolívar en el Hernando Siles de La Paz, el miércoles 2 de noviembre.
Lo lamentable
Nuevamente la hinchada de Blooming llegó a Yacuiba a hacer de las suyas. Muchos de sus integrantes, en estado de ebriedad, causaron problemas e intentaron agredir a la gente. Según informaron algunos medios radiales locales, un grupo de barras se dedicaron a tirar piedras contra las movilidades en uno de los sectores del Federico Ibarra.
Esta situación es recurrente y es preciso tomar cartas en el asunto, ojalá que la dirigencia de Petrolero presente una denuncia formal y quede como un antecedente, para que en futuras presentaciones de la academia cruceña en Yacuiba, las autoridades policiales tomen los recaudos correspondientes para aprehender y llevar ante la justicia a este grupo de “antisociales”, que no solamente manchan el nombre y prestigio de una institución como es el Club Blooming, sino del fútbol y el deporte boliviano en general.
El Chaco Informa
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