The Strongest le regaló un buen triunfo a su hinchada en el clásico 317 de la historia del fútbol profesional boliviano. Se impuso al eterno rival por 2-0 y recuperó terreno en la clasificación de la serie B.
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Foto: The Strongest |
El encuentro no fue de los más vistosos. En un partido con muchas deficiencias en el juego de conjunto y la precisión en el pase al compañero,
The Strongest se hizo fuerte con una actitud más agresiva, una visión de juego más colectiva y la garra característica, ausente en jornadas anteriores. Este cúmulo de virtudes se capitalizó en los goles de
Edisón Carcelén y Edis Ibargüen, sentenciando el encuentro.
Carcelén fue la figura del partido.
Para resaltar el trabajo de
Ischia, que atinadamente sobrecargó el trabajo de los laterales de Bolívar e impidió su acostumbrada función ofensiva.
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En
Bolívar sorprendió la desconexión grupal. La falta de "dialogo" entre los 11 iniciales fue alarmante.
El Libertador no encontró respuestas a las constantes "agresiones" de
The Strongest y menos se animó a gestar jugadas de peligro, pues no apareció el vistoso juego que había mostrado en anteriores presentaciones. También llamó la atención la perpleja actitud del cuerpo técnico, que no tuvo respuesta táctica y reaccionó cuando el partido ya estaba perdido.
El triunfo nutre de confianza y positivismo a un plantel (
The Strongest) que venía con mucho cuestionamiento, pero que con esta presentación puso paños fríos a las críticas. Por el contrario, surgen las primeras observaciones al trabajo de
Vinicius Eutropio y su reacción ante rivales atrevidos y agresivos.
Además de las 3 unidades, The Strongest obtuvo una jugosa recaudación: