Los aviadores fueron sorprendidos, las marcas fueron mal tomadas y con esa libertad de frente al arco los atigrados pudieron conseguir un valioso triunfo que les permite ocupar la cuarta casilla con seis unidades, aunque con un partido pendiente, y cerca de dar alcance la primera posición.
El primero de los “verdugos” de Wilstermann fue el delantero Rodrigo Vargas, autor del 1-0 a los 24 minutos, quien recibió la pelota dentro del área y tuvo la tranquilidad de hacer un giro para quedar con el perfil izquierdo y conectar un disparo certero en medio de la desesperación de los zagueros y del arquero Raúl Olivares por sacar el peligro.
Después de ese gol, los rojos estaban vulnerables y todavía con las secuelas del golpe del Tigre y fue cuando se amplió la diferencia con la llegada del segundo tanto por intermedio del lateral Ramiro Ballivián, cuyo acompañamiento ofensivo le permitió encarar el arco de Olivares y definir con un derechazo cruzado luego de recibir el esférico de parte de Pablo Escobar.
Con el 2-0 los gualdinegros estaban más tranquilos en el terreno de juego y manejaron el cotejo a su antojo con ataques que hicieron retroceder a los aviadores y con un orden defensivo que le ayudó bastante para evitar que el local crezca. Con la ventaja a su favor en la cuenta, el Tigre cerró todos los espacios y supo bloquear a los hombres que podían desequilibrar en el lado de los cochabambinos.
El tercer gol del cuadro oro y negro fue obra del volante Diego Bejarano con un cabezazo dentro del área frente a un servicio de Ballivian desde la derecha. La defensa aviadora tardó en reaccionar y ese error se encargó de borrar cualquier ilusión de mejorar el marcador. El 3-0 fue registrado a los 74´.
Desde el inicio de las acciones, el plantel valluno tenía complicaciones para frenar a los adversarios. Las primeras llegadas de peligro fueron consecuencias de desbordes por la izquierda y cuyos centros fueron difíciles de despejar. Los movimientos de parte de los gualdinegros eran más precisos.
A lo largo de este encuentro, los aviadores quedaron en posición antirreglamentaria en tres ocasiones y los nervios aumentaron entre las filas de Wilstermann. Los disparos fueron otra camino que optó el local para buscar el descuento, tampoco tuvo fortuna porque el arquero Daniel Vaca estaba seguro en sus reacciones debajo del pórtico.
Los Tiempos
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