Sucedió en el fútbol de Turquía, en el encuentro que ganó el Galatasaray por 2-1 al Trabzonspor en condición de visitante. El árbitro Deniz Bitnel pitó erróneamente un penalti al minuto 87' con el marcador empatado y esto causó la reacción desmedida de jugadores los locales.
Los jugadores del Trabzonspor reclamaron y uno de ellos empujó al colegiado, lo que le costó la tarjeta roja. Con cabeza caliente, los futbolistas continuaron amedrentando al árbitro hasta el punto de botarle la tarjeta de la mano, la cual fue tomada por uno de ellos.
Trató de pasarse de listo, y no solo le mostró la roja al colegiado, sino que con la mano le indicó que se fuera del partido. La broma no fue bien recibida por el juez central, quien al momento de quitarle el cartón, decidió mostrárselo al pícaro.
El Galtasaray anotó la pena máxima y se llevó el partido. Eso sí, en la repetición de la falta se ve, de manera muy clara, que no era penal.
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