Si bien la entidad no aplicó una amnistía, que le hubiera dejado sin efecto la medida, le redujo la pena a dos encuentros, uno en la Bombonera y otro fuera de su cancha, según la medida que fue firmada por el español Gorkka Villar, director general de la Conmebol.
En ese sentido, el presidente de Boca, Daniel Angelici, había acordado una amnistía por el centenario de la Conmebol con Juan Ángel Napout, pero cuando éste fue arrestado, la medida quedó en suspenso. Sin embargo, el dirigente se movió rápidamente y le recordó ese pedido a quien sucedió al paraguayo transitoriamente, el uruguayo Wilmar Valdez.
Con la llegada consumada del paraguayo Alejandro Domínguez como presidente de Conmebol, varios dirigentes se opusieron al perdón total, entre ellos el presidente de River, Rodolfo D Onofrio.
El caso pasó al Comité de Legales del organismo sudamericano, compuesto por seis personas, entre ellas al argentino Damián Dupiellet, presidente de Futsal y de Fútbol Playa de AFA.
Legales le recomendó al Comité Ejecutivo de Conmebol que la reducción a los clubes sea de un 50 por ciento, pero la decisión fue que finalmente sea de un 75 por ciento.
Con este escenario, los hinchas de Boca no podrán concurrir en la primera fecha a Colombia ante Deportivo Cali ni frente al ganador del duelo Puebla-Racing, en Buenos Aires.
LA CORRUPCIÓN EN CONMEBOL CONTINÚA
El acuerdo Boca-Napout y que posteriormente es avalado por el presidente Dominguez de Conmebol, da cuenta del poder de la mafia dirigencial que aún se mantiene en el fútbol sudamericano. De otra manera no se puede entender el accionar de la dirigencia sudamericana, que ya había tranzado este perdonazo injusto y vergonzoso entre Boca y CONMEBOL.
La actitud de Dominguez no hace más que ratificar, que la corrupción en el fútbol sudamericano tiene carta blanca y la aprobación de la cúpula dirigencial sudamericana.
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